¿Mi hijo tiene altas capacidades? 10 tips que te ayudarán a entenderlos mejor.

Inteligencia

“No es lo inteligente que eres lo que importa, lo que realmente cuenta es cómo es tu inteligencia.”

Howard Gardner.

Tener altas capacidades, se asocia desde antaño con tener un alto cociente intelectual (CI), con ser un niño o una niña responsable que saca buenas notas y está atento en clase. Pero esto no siempre es así, en ocasiones, podemos encontrarnos con que estos niños y niñas presentan conductas disruptivas, un aparente déficit de atención y unos resultados académicos medios o incluso, bajos. 

Ahora, quizá te preguntes: ¿Por qué sucede esto?, o, ¿en qué consiste entonces, tener altas capacidades?

Es importante darnos cuenta de que, tener altas capacidades no siempre va ligado con tener un buen rendimiento académico, sino, más bien, con una manera diferente de vivir, entender y sentir el mundo que nos rodea. Se trata de una forma diferente de pensar y de procesar la realidad. 

Por otro lado, tener altas capacidades no implica que se nos tenga que dar bien todo; no tenemos por qué ser buenos en matemáticas, literatura, música y deporte, por ejemplo. De hecho, puede ser que sólo destaque en un ámbito exclusivamente, como el deporte, y pueda convertirse en un deportista de élite. Éste podría ser el caso del famoso nadador Michael Phelps o el de Mireia Belmonte, de la misma disciplina.

Desde la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, existen 8 tipos de inteligencias: la lingüística, la lógico-matemática, la espacial, la musical, la intra y la interpersonal, la naturalista, la existencial y la corporal-cinestésica.

Otros rasgos que podemos observar y que nos pueden hacer saltar la alarma de que nuestro hijo tenga altas capacidades, es que le interesen cosas diferentes a los demás niños de su edad; por ejemplo, el universo o el sentido de la muerte y la vida. Además, poseen una alta intensidad emocional y son hipersensibles al tacto, a las luces, a los olores y a los sonidos. 

 

10 tips que puedes poner en práctica con tu hijo con altas capacidades:

 

  1. Infórmate sobre las altas capacidades: Aprender sobre lo que le sucede a tu hijo es fundamental para poder comprenderle, y así, poder ayudarle mejor. Puedes acudir a un orientador o a un psicólogo que te ayude a evaluarlo y te de pautas.
  1. Comunícate con él y explícale lo que le ocurre: Ten cuidado en cómo lo expresas. Disponer de una mayor habilidad no es un problema ni un trastorno, como tampoco es algo por lo que sentirse superior al resto. Es una responsabilidad que, además, hay que entrenar.
  1. Escúchale: Son niños que suelen sentirse diferentes y, en ocasiones, incomprendidos. Escúchale y préstale la atención que necesite. A la vez, no te olvides de ponerle normas, como a cualquier otro niño.
  1. Ajusta tus expectativas: Recuerda que sigue siendo un niño. Exigirle que se comporte como un adulto, o que sea un “mini-Einstein”, no es justo para él. 
  1. Explícale bien las normas y las decisiones que tomas: Son niños que necesitan entender el porqué de las cosas; en el caso de las normas, necesitan comprender el sentido de lo que se les está pidiendo.  
  1. En relación al punto anterior, son niños que no responden ni al premio, ni al castigo: Negocia con él, pero ponle límites, ya que es importante que aprenda que, no todo vale. Esto le ayudará a gestionar sus emociones desagradables en un futuro. 
  1. Fomenta una autoestima y un autoconcepto sanos: No le valores solo por los resultados, ya que son niños con una alta autoexigencia, tendentes al perfeccionismo y con muy poca tolerancia al fracaso y a la frustración. Señala sus virtudes, más allá de las notas o de lo que consiga. 
  1. Enséñale que el error forma parte del aprendizaje: Esto le ayudará a ser más tolerante consigo mismo, y así, podrá lograr tener una mejor autoestima. Por eso, no te enfades si comete errores; muéstrale que puede intentarlo de nuevo, y que no pasa nada por equivocarse. 
  1. Dale tiempo y espacio:  Son niños que necesitan explorar su creatividad a solas, por lo que, darles un poco de autonomía es necesario para un desarrollo saludable. 
  1. No te agobies:  A veces, primero necesitamos digerirlo nosotros como adultos. Date tu tiempo también para adaptarte a esta nueva realidad. Sé paciente. 

 

No nos olvidemos de que, las altas capacidades, se tienen que fomentar y desarrollar. Como dice la psicóloga especialista en altas capacidades, Olga Carmona, “[…] no podemos caer en un: “tú eres más”, porque, en realidad, la alta capacidad no es un más, sino una mayor capacidad. Se les explica a los niños que tener un recipiente más grande, pero vacío, es menos que tener un recipiente más pequeño pero lleno. No estamos hablando de contenido, sino de capacidad.”

 

 

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