Los/as niños/as, al igual que los adultos, pueden verse colapsados por cosas que pasan en su día a día, pudiendo resolverse fácilmente en terapia. El fracaso escolar, el bullying, el control de la ira o los problemas de conducta, son temas recurrentes en la terapia infantil.
Tras un divorcio o una ruptura de pareja, es común que la relación entre los padres se crispe, pudiendo llegar a tener una comunicación mala o inexistente.
Pero, ¿qué pasa si mi ex-pareja no quiere que nuestro hijo vaya a terapia?
Ante estas situaciones, nos tenemos que regir por la ley vigente: si la patria potestad es compartida por ambos progenitores (lo que sucede en gran parte de los casos), las decisiones han de ser compartidas, y no vale con la notificación verbal de que el/la menor comenzará una terapia, sino que, ambas partes han de firmar un consentimiento. Hay ciertos casos que quedan exentos a la necesidad de la aprobación de ambos padres. La Ley 41/2002 dicta que cuando se trate de menores emancipados o mayores de 16 años se puede iniciar un proceso sanitario.
En este aspecto, los profesionales de la salud intentamos comunicar a los padres que es necesario intentar llegar a un acuerdo en la educación de los hijos/as. El colegio que se elija, las clases extraescolares a las que se inscriba, la ciudad donde se viva o el inicio de una terapia psicológica, son temas que pueden causar problemas; por ello, es necesario un ejercicio de conciencia e intentar establecer un discurso positivo, con el único fin de crear hijos felices e independientes.
En cambio, ¿qué pasa si, tras haberle comunicado la necesidad, mi ex-pareja no responde?
En estos casos, si el menor necesita, de manera urgente, iniciar un proceso psicológico, se puede iniciar un requerimiento judicial. Éste es llevado a cabo por un juez, que determinará si el/la menor ha de iniciar la terapia, o no.
Este proceso comienza presentando una solicitud de autorización judicial y, más adelante, se llevará a cabo la comparecencia. El transcurso será el siguiente:
1. Comparecencia entre los progenitores, junto a un representante del Ministerio Fiscal.
2. Presentación de pruebas del porqué de iniciar la intervención psicológica.
3. Resultado tras la comparecencia y la presentación de pruebas.
Desde Introspectia Psicología intentamos evitar la situación de iniciar un proceso judicial. Por ello, ofrecemos nuestro servicio de mediación entre ambos progenitores para poder resolver este conflicto de una manera natural y orgánica.
2 comentarios en «Mi hijo/a necesita terapia: ¿puede ir a una consulta psicológica, sin el consentimiento de mi ex-pareja?»
Muy interesante saber todo esto.
Para ampliar
https://www.etapainfantil.com/psicologia-infantil
Muchas gracias por tu comentario